EL Señor Presidente del Consejo Asesor de la Magistratura de Tucumán y de su Escuela Judicial, Dr. Daniel Posse, dió por inauguradas las Jornadas por los 10 años del Código Civil y Comercial de la Nación
En un acto realizado en el Teatro San Martin con la presencia de el Sr vicegobernador de la provincia, Sr Presidente de la Corte Suprema de la provincia, Sres miembros de la Corte Suprema de la Provincia, Sr Ministro Publico Fiscal, Sres Magistrados y Magistradas de la Justicia provincial y Federal, miembros de la Comisión Redactora Honoraria del Código Civil y Comercial de la Nación, el Sr Vocal de la Corte Suprema de Justicia, Dr. Ricardo Lorenzetti, funcionarios integrantes del Poder Ejecutivo provincial, legisladores, profesores visitantes, juristas locales, profesionales del derecho y estudiantes.
Palabras del Señor Presidente Dr. Daniel Posse
Señor Gobernador, Sr vicegobernador de la provincia, Sr Presidente de la Corte Suprema de la provincia, Sres miembros de la Corte Suprema de la Provincia, Sr Ministro Publico Fiscal, Sres Magistrados y Magistradas de la Justicia provincial y Federal, señores miembros de la Comisión Redactora Honoraria del Código Civil y Comercial de la Nación, doctor Ricardo Lorenzetti, doctora Aída Kemelmajer de Carlucci; Sres funcionarios integrantes del PE provincial, Sres legisladores, distinguidos profesores visitantes, juristas locales, profesionales del derecho, estudiantes:
Es para mí un honor presidir estas Jornadas por los 10 años de vigencia del Código Civil y Comercial de la Nación, en nombre del Consejo Asesor de la Magistratura que presido, y de su Escuela Judicial, que ha convocado a todas las instituciones jurídicas de la provincia para esta conmemoración.
Agradezco especialmente a los doctores Lorenzetti y Kemelmajer de Carlucci, por su generosa presencia y por haber asumido la tarea monumental encomendada a la Comisión Redactora Honoraria, creada por el Decreto 191/2011 de la entonces presidenta Cristina Fernández de Kirchner. También agradezco a los distinguidos profesores y juristas que nos acompañan desde diversas provincias y a los colegas locales que enriquecen esta celebración.
El Consejo Asesor de la Magistratura tiene a su cargo una de las funciones más delicadas de la arquitectura institucional: la selección de los jueces del Poder Judicial. Esa tarea nos exige no solo garantizar concursos transparentes y justos, sino también formar a los aspirantes con una mirada acorde a los desafíos del derecho contemporáneo. Por eso, desde 2013, nuestra Escuela Judicial capacita a quienes aspiran a impartir justicia con sólida formación técnica, ética y con las competencias que hoy requiere la magistratura.
La vigencia del Código Civil y Comercial marcó un verdadero cambio de paradigma. No fue simplemente una respuesta técnica ni una mera actualización normativa, sino la cristalización de décadas de pensamiento jurídico que denunciaron las insuficiencias del modelo clásico.
El Código consagra un derecho privado abierto, centrado en la persona y no solo en el patrimonio, sensible a la faz colectiva y a las asimetrías de poder. Hoy, el jurista ya no puede limitarse a aplicar normas: debe interpretar un sistema dinámico, guiado por principios y valores que giran en torno a la dignidad humana.
Como profesor de Derechos Humanos, puedo dar testimonio de que esta reforma no fue solo técnica, sino también ética y cultural. Impuso a los jueces una nueva forma de fundamentar sus decisiones: ya no basta con aplicar mecánicamente la ley, sino que es necesario interpretarla a la luz de los derechos fundamentales, que han dejado de ser patrimonio de especialistas para convertirse en una lengua común para todo operador jurídico.
La obra que hoy celebramos es fruto de décadas de labor de la doctrina argentina y de la sensibilidad de nuestros jueces, que supieron escuchar los reclamos de una sociedad más compleja y consciente de sus derechos, elaborando una sofisticada jurisprudencia que fue acompañando la transformación que se cristalizó en el Anteproyecto de la Comisión.
Que esta conmemoración tenga lugar en Tucumán —la tierra donde se gestó nuestra independencia— no es casual: es un homenaje a nuestra historia y una reafirmación de que la construcción de una sociedad más justa sigue siendo una tarea colectiva y permanente.
En nombre del Consejo Asesor de la Magistratura y de la Escuela Judicial, reitero nuestro compromiso con esa tarea y nuestra disposición a seguir trabajando junto a todas las instituciones aquí presentes para que las promesas del Código sigan transformando la vida de las personas.
Agradezco a todas las instituciones que nos han acompañado, a la Directora Académica de la Escuela Judicial, doctora Adela Seguí, por su iniciativa y conducción, al Consejo Académico por su apoyo y al personal de la Escuela por el intenso trabajo realizado.
Muchísimas gracias, y les deseo unas fructíferas jornadas.